Canción de Invierno y de Verano
es verano en Valparaíso.
Los barcos hacen sonar sus sirenas al entrar en el puerto
de Bremen con jirones de niebla y de hielo en sus
cabos, mientras los balandros soleados arrastran por la superficie
del Pacífico Sur bellas bañistas.
Eso sucede en el mismo tiempo,
pero jamás en el mismo día.
Porque cuando es de día en el mar del Norte
- brumas y sombras absorbiendo restos
de sucia luz -
es de noche en Valparaíso
- rutilantes estrellas lanzando agudos dardos
a las olas dormidas.
Cómo dudar que nos quisimos,
que me seguía tu pensamiento
y mi voz te buscaba - detrás,
muy cerca, iba mi boca.
Nos quisimos, es cierto, yo sé cuanto:
primaveras, veranos, soles, lunas.
Pero jamás en el mismo día.
Ángel González
La Flor de mi Secreto (Pedro Almodóvar)
Todos los días me pongo algo tuyo,
hoy me he puesto los botines que me regalaste hace dos años,
¿Recuerdas que por la noche tuviste que quitármelos porque yo sola no podía?
Al verlos esta mañana me he acordado de ti y me los he puesto en tu honor. Ahora me aprietan, aveces tu recuerdo es como estos botines, me oprime el corazón hasta impedirme respirar.
No puedo quitármelos.
Brujería

Esta vez tengo miedo, supongo porque parece de verdad. Yo quisiera ir al mercado modelo y encontrarme una bruja de esas que preparan botellas y hacen "trabajos" pa que me de un remedio pal corazón, yo misma lo nombraría "Quitipón", algo que me sirva pa quitarmelo y ponermelo cuando me plazca. Así siento cuando quiero, quiero cuando quiero, y cuando no quiera me lo quito y ya.
En lo que lo encuentro, me toca vivir y aprender.
Faltan Hombres
Faltan hombres para tanta tierra. Es decir, faltan hombres que
desnuden la virgen cordillera y la hagan madre después de unas canciones.
Madre de la hortaliza. Madre del pan. Madre del lienzo y del techo.
Madre solícita y nocturna junto al lecho...
Faltan hombres que arrodillen los árboles y entonces los alcen contra el sol y la distancia.
Contra las leyes de la gravedad. Y les saquen reposo, rebeldía y claridad.
Y hombres que se acuesten con la arcilla y la dejen parida de paredes.
Y hombres que descifren los dioses de los ríos y los suban temblando entre las redes.
Y hombres en la costa y en los fríos desfiladeros y en toda desolación.
Es decir, faltan hombres.
Y falta una canción.
Pedro Mir
Fragmento del Poema "Hay un país en el mundo"
Para mi abuela:
Hoy, a varios días de tu partida, pienso en cómo reponer todos los huecos que nos deja tu ausencia, y mientras pensaba, me di cuenta de que muchas cosas tuyas siempre seguirán conmigo: de ti siempre me acompañará esa vocación por el trabajo manual, ese amor invaluable a mi patria y a mis principios, tu incansable deseo de aprovechar el tiempo, hacer todo en cantidades industriales. También me acompañará el orgullo de que gran parte de mi formación personal se debe a ti, de que tuve como abuela a una mujer enamorada y creyente en el amor, en el trabajo arduo, que me enseñó que soy la única responsable de hacer de mí una mujer digna de admirar como lo eras tú.
En nuestra casa siempre estará tu espacio, rebosante de enseñanzas, recuerdos, de tu legado y de todo lo que me hace sentir orgullosa de ser tu nieta.
Tu nieta/ hija.
?
Eso me respondió cuando quise reclamarle y con actitud benevolente añadió: todo esto es culpa tuya por andar sufriendo cosas que no han pasado... Yo como siempre, quise asentir, tal vez pensando que con eso mejoraba las cosas, pero no lo permitió, esta vez todo parecía diferente, esa noche no había luna que cobijara sus excusas.
Ya no.
¿Cómo seré...?
¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
Digo yo:
Supongo que seré como siempre he sido,
talvez un tanto diferente a como me conociste, tal vez mejor,
tal vez mucho más simple, pero con esos mismos valores tan arraigados que me hacen ser yo y no lo que otros quieren que sea. Siempre tan moderna y tan tradicional, porque al final del día, al final del feminismo y de la igualdad social, todos queremos que nos quieran.