¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
Digo yo:
Supongo que seré como siempre he sido,
talvez un tanto diferente a como me conociste, tal vez mejor,
tal vez mucho más simple, pero con esos mismos valores tan arraigados que me hacen ser yo y no lo que otros quieren que sea. Siempre tan moderna y tan tradicional, porque al final del día, al final del feminismo y de la igualdad social, todos queremos que nos quieran.
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