Le Petit Prince




















"Cuando por las noches mires al cielo,
al pensar que en una de aquellas estrellas estoy yo riendo,
será para ti como si todas las estrellas riesen.

Cuando te hayas consolado estarás contento
de haberme conocido... Algunas veces abrirás tu ventana sólo por placer y tus amigos quedarán
asombrados de verte reír mirando al cielo."

Antoine Saint Exupery
El Principito

Quiero un Amor Verde


Quiero un amor verde,
un amor natural,
de esos sin levadura,
que sea orgánico y ecológico,
que me asfixie de aire puro y bueno.

Quiero un amor verde menta de guardia
y con olor a yerbabuena
quiero un amor
pa que me quiera
en cada luna y una más.

De plumas, corsés y lunares


Waddy y Robmariel en sus respectivos papeles

Llego a tiempo, me recibe una alfombra naranja y un cargamento de luces pares del mismo color. La camino, la atravieso, oh sorpresa, el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua dejó de ser teatro y no me avisaron, se ha convertido en un enorme Cabaret, y yo que no venía a esto, qué dirá mami cuando se entere?. Mi mesa me espera, me siento, y cuando lo hago me abordan dos bellas chicas cuyos nombres no se ni pretendo saber. Mi mesa es pequeña, típica del tipo de lugar que estoy visitando, el ambiente está a media luz, supongo que para ser más íntimo. Me descuido por un momento, se encienden las luces, y Waddy Jáquez se encarga de hacer de mí un zombie que solo responde a sus movimientos, Waddy Jáquez me deleita, me enciende, me activa, me encanta, me doma y me apacigua, cuando viene de él siempre quiero más. Pero esta vez lo noto un tanto diferente, se le olvidó que es él, ahora es el "Emcee" de un bar de mala muerte llamado el Kit Kat Klub, donde la vida es divina, las chicas son divinas y hasta la orquesta es divina! Me mira y me dice que deje atrás mis problemas, que me quede con él.

Parpadeo y de repente está presentandome a sus chicas, me presenta a Roxie, cuyos cachetitos son rosa (y no precisamente los de la cara), me presenta a Lulú y me dice que si me gusta Lulú, tengo mala suerte, porque a Lulú le gusta Roxie, me presenta a otra chica, que en la pierna izquierda se pone una media, en la derecha se pone otra media y entre pierna y pierna se gana la vida. No obstante me presenta a Sally Bowles, la estrella del bar y Sally entra, canta, baila, me pide que no le diga a su mamá que no está en el convento que ella cree que está y sin darme cuenta, me deja entrar en su historia, que está llena de hombres, mujeres, cigarros y uno que otro lunar postizo en un lugar adecuado.

Cabaret ha empezado, Cabaret está en acción, desde arriba, el director Amaury Sánchez me saluda con su batuta, mientras se apura para no perder el compás musical y al igual que él me saludaron los llantos, las risas fingidas, las orgías, los tríangulos, una que otra verdad y algunas mentiras que hasta a mí me gustaría creer.

La vida es un Cabaret y supongo que se disfruta bailando. Una vez más me encanta ver cómo el esfuerzo, el trabajo arduo y el trabajo en equipo hablan por sí solos a la hora de una puesta en escena que más que orgullosa me deja sedienta, sedienta de más, de que no se acabe, de que lo monten permanentemente, de que haya muuchos otros Cabarets!

Felicidades a Amaury Sánchez, al excepcional Waddy Jáquez, a Robmariel Olea y a todos los demás que pusieron un poco de su alma el sábado en la noche para hacer de la vida un Cabaret!

Fraulein Ana.