Faltan Hombres

No es eso solamente.
Faltan hombres para tanta tierra. Es decir, faltan hombres que
desnuden la virgen cordillera y la hagan madre después de unas canciones.
Madre de la hortaliza. Madre del pan. Madre del lienzo y del techo.
Madre solícita y nocturna junto al lecho...
Faltan hombres que arrodillen los árboles y entonces los alcen contra el sol y la distancia.
Contra las leyes de la gravedad. Y les saquen reposo, rebeldía y claridad.
Y hombres que se acuesten con la arcilla y la dejen parida de paredes.
Y hombres que descifren los dioses de los ríos y los suban temblando entre las redes.
Y hombres en la costa y en los fríos desfiladeros y en toda desolación.
Es decir, faltan hombres.
Y falta una canción.

Pedro Mir
Fragmento del Poema "Hay un país en el mundo"

Para mi abuela:

Hoy, a varios días de tu partida, pienso en cómo reponer todos los huecos que nos deja tu ausencia, y mientras pensaba, me di cuenta de que muchas cosas tuyas siempre seguirán conmigo: de ti siempre me acompañará esa vocación por el trabajo manual, ese amor invaluable a mi patria y a mis principios, tu incansable deseo de aprovechar el tiempo, hacer todo en cantidades industriales. También me acompañará el orgullo de que gran parte de mi formación personal se debe a ti, de que tuve como abuela a una mujer enamorada y creyente en el amor, en el trabajo arduo, que me enseñó que soy la única responsable de hacer de mí una mujer digna de admirar como lo eras tú.

En nuestra casa siempre estará tu espacio, rebosante de enseñanzas, recuerdos, de tu legado y de todo lo que me hace sentir orgullosa de ser tu nieta.

Tu nieta/ hija.

?

"Es que el amor en estos días anda de viaje"...

Eso me respondió cuando quise reclamarle y con actitud benevolente añadió: todo esto es culpa tuya por andar sufriendo cosas que no han pasado... Yo como siempre, quise asentir, tal vez pensando que con eso mejoraba las cosas, pero no lo permitió, esta vez todo parecía diferente, esa noche no había luna que cobijara sus excusas.

Ya no.

¿Cómo seré...?

Dice Ángel González:

¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.

Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.

Digo yo:

Supongo que seré como siempre he sido,

talvez un tanto diferente a como me conociste, tal vez mejor,

tal vez mucho más simple, pero con esos mismos valores tan arraigados que me hacen ser yo y no lo que otros quieren que sea. Siempre tan moderna y tan tradicional, porque al final del día, al final del feminismo y de la igualdad social, todos queremos que nos quieran.

Me gusta

Me gustas cuando tu recuerdo va atado a mi sonrisa,
me gusta el momento en el que en nuestra historia no existe un jamás,
me gusta pensar que todo pasa por algo y que aunque no lo entienda luego le encontraré el lado bueno,
me gusta saber que cuando me das más es porque quieres,
me gusta el silencio, en compañía,
me gusta esa parte insaciable de ti,
me gusta pecar y pecar contigo,
me gusta el amor y me gustas tú.

El guerrero

El guerrero de la luz confia.

Porque cree en milagros, los milagros empiezan a suceder.
Porque esta seguro de que su pensamiento puede cambiar su vida,
su vida empieza a cambiar. Porque esta convencido de que encontrara el amor,
este amor aparece.

De vez en cuando se decepciona. A veces, recibe golpes.
Entonces escucha comentarios: Que ingenuo es!
Pero el guerero sabe que vale la pena. Por cada derrota, tiene dos conquistas a su favor.

Todos los que confian lo saben.


Paulo Coelho
Manual del Guerrero de la Luz